Un mexicano es el jefe de los obispos de EE. UU.

Monseñor José H. Gómez, Arzobispo de Los Angeles en la Basílica de Guadalupe. Foto: María Langarica

Monseñor José H. Gómez, Arzobispo de Los Angeles en la Basílica de Guadalupe. Foto: María Langarica

Redacción
LA PRENSA

El Arzobispo de Los Angeles, Monseñor José H. Gómez, de origen mexicano, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, informó la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB).

El arzobispo José Gómez, nacido en Monterrey, fue elegido el día de ayer martes 11 de noviembre presidente de la Conferencia de Obispos de EEUU, en lo que muchos interpretan como un mensaje que envía la iglesia católica al gobierno federal y sus restricitvas políticas de la inmigración.

Un inmigrante mexicano, ciudadano naturalizado y feroz defensor de los inmigrantes. El arzobispo José Gómez fue elegido este martes presidente de la Conferencia de Obispos de EEUU, en lo que muchos interpretan como un importante mensaje político que envía la Iglesia católica en tiempos en los que desde el gobierno federal se promueven políticas restrictivitas a la inmigración.

Gómez obtuvo 176 votos a favor contra 18 del segundo lugar en el proceso de selección que se realizó en Baltimore, Maryland. Se trata de un ascenso natural para Gómez, quien era el segundo en la organización durante la presidencia del cardenal de Galvestón-Houston, Daniel DiNardo.

Nacido en Monterrey, México, Gómez se hizo parte del Opus Dei en 1978. En 1987 se estableció en San Antonio, Texas, donde tenía familiares. En 2001 fue nombrado obispo por el papa Juan Pablo II y se hizo auxiliar del obispo de Denver. Posteriormente regresó a la arquidiócesis de San Antonio, hasta que en 2010 fue trasladado a la de Los Ángeles, la mayor del país.

El obispo de 67 años es natural de México y se convirtió en ciudadano estadounidense, por lo que es el primer hispano en presidir la conferencia estadounidense. Aunque quienes le conocen afirman que es de carácter tranquilo, es un feroz defensor de los derechos de los inmigrantes e incluso escribió un libro sobre el tema en 2013.

“Es un tiempo excitante tener a un líder hispano a la cabeza. Él ha sido uno de nuestros portavoces más expresivos sobre la situación que enfrentan los inmigrantes, y esa situación no va a desaparecer pronto. Necesitamos su claridad”, afirmó el arzobispo de Oklahoma City Paul Coakley.

El arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller, amigo de Gómez y otro alto prelado de la jerarquía católica estadounidense, aseguró que el nuevo presidente de la conferencia “es un símbolo de la apertura de caminos para más católicos latinos”.

Sin embargo, García-Siller advirtió que la selección del cura, a quien conoce desde los años 90, no debería entenderse como un referéndum sobre las políticas del presidente Donald Trump por parte de la jerarquía católica.

En julio de 2013 el obispo Gómez publicó un libro titulado “Inmigración y la siguiente América: renovando el alma de nuestra nación”, en el que defendió el aporte a los inmigrantes y pidió al Congreso la aprobación de una reforma migratoria justa. El religioso, un firme defensor de un camino a la ciudadanía para los millones de extranjeros sin papeles en el país, escribió, mostró una inmigración desde un punto de vista social, humano y espiritual según las enseñanzas de la Iglesia Católica.

"Mi temor es que, en nuestra ira y frustración, estamos perdiendo nuestro soporte y nuestra perspectiva”, indicó en el primer capítulo del libro. “Si me permiten decirlo como pastor: me preocupa que estamos perdiendo algo de nuestra alma nacional”, indicó en relación con el debate de la reforma migratoria que en ese entonces se lleva a cabo en el Congreso. Gómez citó en el libro la existencia en aquel entonces de al menos 5 millones de niños estadounidenses que crecen en hogares donde al menos uno de los padres es indocumentado, y que cerca del 80% de esos niños son “nacidos en este país".

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The Archbishop of Los Angeles, Monsignor José H. Gómez, of Mexican origin, is the new president of the United States Episcopal Conference, the United States Episcopal Conference (USCCB) reported.

Archbishop José Gómez, born in Monterrey, was elected yesterday, Tuesday, November 11, president of the US Conference of Bishops, in what many interpret as a message that the Catholic church sends to the federal government and its political restrictions of the immigration.

A Mexican immigrant, a naturalized citizen and fierce defender of immigrants. Archbishop José Gómez was elected Tuesday president of the US Conference of Bishops, in what many interpret as an important political message sent by the Catholic Church in times when from the federal government restrictive immigration policies are promoted.

Gomez won 176 votes in favor of 18 of the second place in the selection process that took place in Baltimore, Maryland. This is a natural ascent for Gómez, who was the second in the organization during the presidency of Cardinal Galvestón-Houston, Daniel DiNardo.

Born in Monterrey, Mexico, Gomez became part of Opus Dei in 1978. In 1987 he settled in San Antonio, Texas, where he had relatives. In 2001 he was appointed bishop by Pope John Paul II and became assistant to the bishop of Denver. Later he returned to the archdiocese of San Antonio until in 2010 he was transferred to Los Angeles, the largest in the country.

The 67-year-old bishop is a native of Mexico and became a US citizen, making him the first Hispanic to chair the US conference. Although those who know him say that he is calm, he is a fierce defender of immigrant rights and even wrote a book on the subject in 2013.

“It's an exciting time to have a Hispanic leader in the lead. He has been one of our most expressive spokespersons about the situation facing immigrants, and that situation will not disappear soon. We need your clarity, ”said Oklahoma City Archbishop Paul Coakley.

The Archbishop of San Antonio, Gustavo García-Siller, a friend of Gómez and another high prelate of the US Catholic hierarchy, said that the new president of the conference "is a symbol of the opening of roads for more Latin Catholics."

However, García-Siller warned that the selection of the priest, whom he has known since the 1990s, should not be understood as a referendum on the policies of President Donald Trump by the Catholic hierarchy.

In July 2013, Bishop Gómez published a book entitled "Immigration and following America: renewing the soul of our nation", in which he defended the contribution to immigrants and asked Congress for the approval of a just immigration reform. The religious, a strong advocate of a path to citizenship for the millions of foreigners without papers in the country, wrote, showed immigration from a social, human and spiritual point of view according to the teachings of the Catholic Church.

"My fear is that, in our anger and frustration, we are losing our support and our perspective," he said in the first chapter of the book. "If you allow me to say it as a pastor: I am worried that we are losing something of our national soul," he said. in relation to the immigration reform debate that takes place at the time in Congress, Gomez cited in the book the existence of at least 5 million American children growing up in homes where at least one of the parents he is undocumented, and that about 80% of those children are "born in this country".