La bipolaridad es real
/Ashley Martínez Torres
Especial para LA PRENSA Iowa
En el 2020, Jade, una residente del Reino Unido y quien pidió ser nombraba solo por su primer nombre, fue diagnosticada con trastorno bipolar lo que cambio completamente el mundo de Jade.
La enfermedad de bipolaridad (borderline personality disorder, por su nombre en inglés) es conocido como un trastorno que conduce a la persona a los limites extremos de la personalidad.
“Cuando me dijeron que tenía bipolaridad, me reusaba a aceptarlo, porque me hacía pensar que había algo mal conmigo,” explicó Jade. “Y cuando descubrí que también tenía el trastorno de límite en la personalidad, me daba pena compartirlo con los demás.”
Ella comentó que muy pocas veces se escucha hablar de dicha enfermedad en las noticas o cuando se hace representación sobre alguien con trastorno bipolar en las películas tiende a ser algo negativo. “Películas con personajes que padecen un trastorno mental como lo hace la película ‘Fragmentado’ muestra otro punto de vista a las personas, pero a la misma vez asusta al público y crea una mala imagen hacia nosotros.”
De acuerdo con el sitio web de la Administración de Servicios contra el Abuso de Substancias y Salud Metal (Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) por su nombre y siglas en inglés), el trastorno bipolar es una enfermedad mental seria que causa cambios extremos de carácter en el individuo, los cuales varían de estados de ánimo extremos – extremadamente altos o extremadamente depresivos, esta condición también conocidos como manía o hipomanía.
Jade es madre de una niña de 7 años, se considera una mujer activa que participa en diferentes organizaciones que ayudan a las mujeres y a familias en la prestación de una gran variedad de servicios. Ella compartió con este medio que poco a poco, ha llegado a aceptar sus trastornos e incluso se refiere a ellos como “Mis superpoderes, que la han motivado a tratar de ser una mejor madre, hija y amiga.”
Sin embargo, su camino no ha sido fácil. “Todo se remonta a cuando me encontraba en los años de mi pubertad, y aunque crecí como una niña amable y cariñosa, algo cambió suvitamente en mi cuando llegué a la pubertad. Comencé a sentir ira contra mis padres y siempre los desafiaba; de igual manera llegué a perder el interés en las actividades escolares al punto que abandoné las actividades en las que participaba, como las clases de danza y música. Hubo un punto en el que mis padres tenían que arrastrarme a mis prácticas para que asistiera, pero al final se cansaron y prefirieron no forzarme a ir.”
La Dr. Jamie Ryder de CHI Health Clinic Psychiatric Associate en Council Bluffs, explicó que el trastorno bipolar no es algo común en niños y adolescentes, ya que este grupo representa entre el 1 al 3 por ciento de personas que padecen la enfermedad, regularmente, los síntomas emergen a finales de los años adolescentes y a inicios de los veinte. “Algo que distingue a los niños de los adultos es que los niños pueden experimentar los cambios de carácter o comportamiento en cortos lapsos de tiempo y varias veces en un día, mientras que los adultos tienden a tener los cambios de humor cada ciertos días o semanas.”
De igual manera, explicó que los cambios de carácter en los jóvenes adultos con la enfermedad tienden a ser distintos en comparación a los de los niños diagnosticados con la misma enfermedad, que en situaciones simples pueden actuar con malacrianzas extremas de enojo o de manera triste o desconcertante; un niño o joven que sufre de bipolaridad tiende a reaccionar de una manera extrema o fuera de proporción hacia la situación e incluso, en algunas ocasiones pueden ser agresivos.
“Con el tiempo, se darán cuenta de un patrón de comportamiento, algo que va a estar presente y se repetirá una y otra vez, en comparación con la malacrianza o berrinche que sucede de vez en cuando,” explicó la Doctora.
Jade compartió que a pesar de los cambios o reacciones en su comportamiento no afectaron su rendimiento académico en la escuela, experimentó otros cambios en su vida, como decir abruptamente mudarse del Reino Unido a España, lo que ocasionó que sus síntomas solo empeoraran.
“Siempre había querido ir porque tengo familia ahí, pero mi personalidad y temperamento solo empeoraron. Comencé a rebelarme más e incluso comencé a consumir drogas cuando tenía 15 años.”
La Dr. Jamie dice que cuando un niño o joven padece un trastorno de salud mental, “Ellos están lidiando con batallas internas, así que algo que siempre le digo a los padres con niños que padezcan de cualquier trastorno mental es que se aseguren de que sus hijos mantengan a diario la misma rutina.”
En el caso de Jade, nadie estaba al tanto de que sus cambios drásticos de comportamiento tenían una razón, y tuvo que vivir las consecuencias de sus acciones sin entender porque la mayoría de veces tomaba decisiones abruptas. “Durante mi juventud hice muchas cosas de las que me avergüenzo, pero ahora entiendo que mi cerebro no funcionaba de la misma forma que los demás.”
La Dr. Jamie, dice que otras señales que los padres de familia deben observar en sus hijos son: dificultad que se le presenta a los niños al dormir, dificultad para enfocarse o pensamientos apresurados o no mostrar buen juicio en actividades riesgosas, arranques de ira o actuar de forma absurda, “A estos episodios se le conoce como episodios maniacos.”
En definitiva, la juventud de Jade fue problemática. “Experimenté dos embarazos extrauterinos (un ovulo fecundado se implanta y crece fuera de la cavidad del útero, poniendo en riesgo la vida de la madre,) al igual que comencé a tomar licor y continue consumiendo drogas.”
Eventualmente, Jade regresó al Reino Unido, donde también se topó con personas que se aprovecharon de su condición médica para abusarla sexualmente en varias ocasiones, “Esto no me quebrantó porque siempre he contado con el apoyo de mi familia, amigos y compañeras del refugio para mujeres al que actualmente asisto.”
“En el refugio creen que tengo mucho potencial aun sabiendo sobre mi condición y mis traumas; en vez de sentirse mal por mí, ven mis obstáculos como mi fortaleza, y eso me ha ayudado mucho para seguir saliendo adelante.”
El tratamiento y las terapias le han ayudado a manejar su diagnóstico y dice que en el futuro desea abogar por las personas que, como ella, padecen bipolaridad.
“Pienso que todo pasa por una razón, y siento que puedo abogar por personas que están pasando por lo que yo pasé, porque se cómo se siente pensar que vives una vida normal solo para que te quiten esa venda de los ojos y te deje en un camino distinto en el que planeabas recorrer.”
Cosas que mantener en mente
A pesar de que existen varios recursos al alcance de la comunidad para educarse sobre los diferentes trastornos mentales, muchas veces las personas se niegan en creer en la existencia de los problemas de la salud mental.
Esta creencia afecta a todas las edades, ya que puede que un padre de familia no le crea a su hijo sobre sus problemas porque piensan que es muy joven para tener algo así o porque la persona tiene miedo a compartir lo que siente para no ser juzgada.
Sin embargo, los problemas de salud mental también son considerados como condiciones médicas, según la Dr. Jamie. “Estos trastornos causan un desequilibrio en los químicos del cerebro, lo que significa que también es una condición de salud física.” Agregó, “Imagina que le dijeran a una persona con diabetes ‘no necesitas ayuda profesional para eso, todo está en tu mente.’ Esta enfermedad también causa un desequilibro de los químicos en el cuerpo, pero, a comparación de la salud mental, es tomada con más seriedad.”
Por otro lado, es importante notar que los síntomas que presentan las personas con trastorno bipolar también son vistos en otros diagnósticos como los trastornos de ansiedad, déficit de atención, el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, entre muchos otros que pueden asimilarse como el trastorno de bipolaridad, pero no lo son.
“Saber qué es lo que tiene tu hijo puede ser complicado ya que existen muchos trastornos que podrían afectarlo,” comentó la doctora Jamie. “Mi recomendación a los padres de familia es hablar con su médico si tienen dudas sobre el comportamiento de sus hijos. Ellos pueden referirlo con un especialista para recibir una diagnosis certera.”
Cabe agregar que mientras que en varios casos se prescriben medicamentos para personas con bipolaridad, esto depende de la situación en la que se encuentra el trastorno; la doctora Jamie explica que, si los síntomas de una persona afectan su rendimiento diario, el medico buscará un medicamento que le ayude a la persona a regular los síntomas. Por otro lado, si los síntomas son leves podrían manejarse con terapias que ayuden a la persona a controlar una situación determinada. “No todos están dispuestos a tomar medicamento para su trastorno, es por eso que hay que buscar otras opciones basados en cada caso.”
Este artículo es patrocinado por Western Iowa Journalism Foundation.
Translation
'It's not a disability, it's my superpower'
Understanding Bipolar Disorder
Ashley Martínez Torres
Special for LA PRENSA Iowa
In 2020, Jade, a resident of United Kingdom and who asked to be named only by her first name, was diagnosed with bipolar disorder and, recently, borderline personality disorder, which changed her entire world.
"When I was told I had bipolarity, I refused to accept it, because it made me think there was something wrong with me," she explained. "And when I found out I also had borderline personality disorder, I was embarrassed to share it with others."
She explains that the few times there is representation about someone with bipolar disorder in media, it tends to be a negative thing.
"Films with characters who suffer from a mental disorder, like in Split, show another point of view to people, but at the same time scares the audience and creates a bad image towards us," she said.
According to the Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) website, bipolar disorder is a serious mental illness that causes extreme mood swings, which range from high moods (also known as mania or hypomania) to low or depressive moods.
Jade is a mother of a 7-year-old girl whom she adores with all her heart and is an active person with organizations that help women and families in a wide variety of services. Gradually, she has come to accept her disorders and even refers to them as her "superpowers, which has motivated me to try to be a better mother, daughter and friend," she said.
However, her path has not been easy; it all goes back to when she was younger, Jade grew up as a kind and caring child, but something changed once she reached puberty. She began to feel anger against her parents and always challenged them; She even lost interest in various things to an extent that she abandoned the activities in which she participated like dance and music classes.
"There was a point where my parents had to drag me into my lessons, but in the end they got tired and preferred not to force me to go if I didn't want to," Jade explained.
Dr. Jamie Ryder of CHI Health Clinic Psychiatric Associate at Council Bluffs, IA, explained that bipolar disorder is not common in children and teens, as this group represents between 1 to 3 percent of people with the disorder; symptoms regularly emerge in the late teens and early 20s.
"Something that distinguishes children from adults is that children may experience these mood swings in short periods of time such as several times in a day, while adults tend to have mood swings every few days or weeks," she explained.
She added that these mood swings tend to be different from a child throwing a tantrum or reacting to an upsetting situation; a child or teenager suffering from bipolarity tends to react in an extreme or out of proportion way towards the situation and may even, on some occasions, be aggressive.
"Over time, parents will notice a pattern of behavior, something that is going to be present and repeated over and over again, compared to a tantrum that happens from time to time," Ryder added.
Although this change in behavior did not affect her performance in school, as Jade explains that she never had to try in her studies, because it was something that was easily given to her, she experienced other changes in her life, such as moving from the UK to Spain, which caused her symptoms to worsen.
"I had always wanted to go [to Spain], because I have family there, but my personality and temperament only got worse," she explained. "I started rebelling more and even started using drugs when I was 15."
Ryder explains that when a child or young person suffers from a mental health disorder, they are already "dealing with quite a lot of chaos internally, so something I always tell parents with children who suffer from any mental disorder is to make sure their children have a routine," she explained.
However, in Jade's case no one was aware that her drastic changes in behavior had a reason, and she had to live the consequences of her actions without understanding why she made these kinds of decisions.
"During my youth I did a lot of things that I'm ashamed of, but now I understand that my brain didn't work the same way as everyone else’s," Jade said.
According to Ryder, another sign that parents may observe in their children is difficulty sleeping and focusing or rushed thoughts; the individual can also engage in risky activities by not showing good judgment, having outbursts of anger or acting silly, which is known as a manic episode.
In short, Jade's youth was problematic; she experienced two extrauterine pregnancies – when a fertilized egg implants and grows out of the cavity of the uterus, putting the mother's life at risk – just as she began drinking and continued drug abuse. Eventually, Jade returned to the UK.
And even though Jade ran into people who sought to use her disorder against her and also suffered sexual abuse on several occasions, this did not break her because, after all, she has always had the support of her family, friends and colleagues from the women's shelter she attends in the present.
"At the shelter they told me 'someday you will be someone, this is not the end of you.' They believe that I have a lot of potential even knowing about my condition and my traumas; instead of feeling bad for me, they see my obstacles as my strength, and that has helped me a lot to keep moving forward," Jade explained.
Jade told this media that she is about to start going to therapy, and that she seeks to advocate for people who, like her, suffer from bipolarity and other mental health disorders.
"I think everything happens for a reason, and I feel like I can advocate for people who are going through what I went through," Jade said. "Especially since I know how it feels to think you live a normal life only to have that blindfold removed and left on a different path that you planned to walk on."
Things to keep in mind
Although there are several resources available to the community to educate themselves about different mental disorders, many times people refuse to believe in the existence of mental health problems.
This belief affects all ages, as parenta may not believe their child about his or her problems because "they are too young to have something like this" or because the person is afraid of being judged.
However, mental health issues are also considered medical conditions, according to Dr. Ryder.
"These disorders cause an imbalance in the brain chemicals, which means it's also a physical health condition.” She explained. "Imagine telling a diabetic person 'you don't need professional help for that, it's all on your mind.' This disease also causes an imbalance of chemicals in the body, but compared to mental health problems, diabetes is taken more seriously.”
On the other hand, it is important to note that the symptoms presented by people with bipolar disorder are also seen in other diagnoses such as anxiety disorders, ADHD, disruptive mood dysregulation disorder, among many others that may look like bipolar disorder, but are not.
"Knowing what your children have can be tricky as there are many disorders that could affect them," Ryder said. "My recommendation to parents is to talk to your doctor if you have questions about your child's behavior. They can refer you to the right person and your children can receive an accurate diagnosis."
Additionally, in several cases medications are prescribed for people with bipolarity, but this depends on the person; Ryder explains that if a person's symptoms affect their daily performance, their doctor will look for a medication that will help regulate the symptoms. On the other hand, if the symptoms are mild, they could be managed by learning a few different ways to cope with it.
"Not everyone is willing to take medication for their disorder, that's why you have to look for other options on a case-by-case basis," she added.
This article is sponsored by the Western Iowa Journalism Foundation.