El cáncer no perdona la edad
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Lorena López Altamirano
editor@laprensaiowa.com
A solo un añito y siete meses, Jude Rivas ya sabe del cáncer.
“Todo le comenzó con una bolita que le estaba creciendo en su nalguita izquierda,” narró Paloma, la joven madre del infante.
Ella y su esposo Jonny empezaron a notar que el niño mostraba dificultades al sentarse a comer. “Cada vez que lo sentábamos a comer, el niño se apoyaba más al lado derecho. Fue entonces que mi esposo lo llevó a la pediatra y ella dijo que era una infección, y nos mandó que le diéramos antibióticos al niño. Pero la bolita no se le quitaba.
Los padres no se dieron por vencidos con el diagnostico de ‘infección,’ y decidieron regresar al médico, donde al niñito le realizaron un examen de imagen por resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés). “La doctora no pudo descifrar el resultado del examen y nos mandó con un especialista a Omaha.
Paloma narró que en Omaha, el especialista le realizó al niñito otro examen de resonancia magnética, porque tenía sospechas que la bolita estaba relacionada con un tumor.
“A mi niño le realizaron el examen, y el doctor nos confirmó que el tumor le había iniciado en su próstata, y que le fue creciendo a su nalguita. Ahora el niño tiene una bola grande del tamaño de dos bolas juntas beisbol, porque son dos tumores juntos que están conectados entre si.”
Paloma continuó narrando que con el diagnostico de tumor, el bebecito fue sometido a una biopsia y a otros estudios. “Fue entonces que el medico dijo que Jude tiene un tipo de cáncer llamado Rabdomiosarcoma.”
Paloma dice que los doctores comenzaron a hablar de “quimioterapias de bajo riesgo” mientras Jude se seguía sometiendo a estudios como biopsia de sus huesitos. “Los doctores querían asegurarse que el cáncer no se había extendido en los huesitos de mi hijo. Y gracias a Dios que no fue así, el cáncer no se había extendido en sus huesitos.”
Paloma dijo que la semana pasada, los médicos elevaron el nivel de las quimioterapias de bajo a nivel intermedio. “Le aumentaron su quimioterapia a una más intensa.”
Paloma y Jonny transportan al niñito 3 veces por semana al hospital del niño San Judas, en Omaha.
El niño se queda en el hospital una vez al mes, porque le tienen que hacer tres tipos de quimioterapias diferentes y una de ellas tiene efectos mas severos que las otras que recibe semanalmente, “el niño tiene que estar en observación por más de diez horas.”
“Ahorita a mi hijo ya se le cayo su pelito, pero aun así con las quimioterapias mi niño es muy activo y risueño. Le encanta jugar con su hermano.”
Según lo que los médicos le han dicho a Paloma y Jonny, el niñito va a ser sometido a los tratamientos de quimioterapia y radiaciones por un año. “Ahorita vamos en la quinta semana de quimioterapias. Los médicos nos han dicho que iniciaran las radiaciones en la semana trece del tratamiento.
En la primera foto, Jude sonríe y juega con su padre días antes de ser sometido al tratamiento de las quimioterapias. Después de sus primeros tratamientos, Jude continua sonriéndole a su padre y a la vida.
Los médicos les han dado esperanza a los jóvenes padres. “Nos han dicho que tienen esperanzas que el cáncer desaparezca del cuerpecito de nuestro hijo, pero también nos han dicho que con esta enfermedad nunca se sabe al cien por ciento los resultados.
Al preguntarle a Paloma cómo se siente ella y su esposo dijo “Es estresante, … duro, … pero estamos tratando de tomar la situación; día a día. Estamos tratando de ser positivos y sobre todo tratamos de no trasmitirle nuestras emociones a nuestro pequeños Jude y Jeriah.
Cabe mencionar que Jeriah tiene tres añitos y que Paloma y Jonny están esperando un nuevo bebé. La familia reside en Denison.
Google Translation
Seven months later Jude was diagnosed with cancer.
Lorena López Altamirano
editor@laprensaiowa.com
At just one year old and seven months old, Jude Rivas already knows about cancer.
“It all started with a ball that was growing in his left buttock,” said Paloma, the infant's young mother.
She and her husband Jonny began to notice that the child was having difficulty sitting down to eat. “Every time we sat him down to eat, the child leaned more on the right side. It was then that my husband took him to the pediatrician and she said it was an infection, and ordered us to give the child antibiotics. But the ball was not removed.
The parents did not give up on the ‘infection’ diagnosis and decided to return to the doctor, where the little boy underwent a magnetic resonance imaging (MRI) exam. “The doctor could not decipher the result of the exam and sent us to a specialist in Omaha.
Paloma said that in Omaha, the specialist performed another MRI exam on the little boy because he had suspicions that the ball was related to a tumor.
“My boy underwent the exam, and the doctor confirmed that the tumor had started in his prostate and that his buttock was growing. Now the boy has a big ball the size of two baseball balls together because they are two tumors together that are connected to each other. "
Paloma continued narrating that with the diagnosis of a tumor, the baby underwent a biopsy and other studies. "It was then that the doctor said that Jude has a type of cancer called Rhabdomyosarcoma."
Paloma says doctors began talking about "low-risk chemotherapies" while Jude continued to undergo studies such as biopsies of her bones. “The doctors wanted to make sure that the cancer had not spread to my son's bones. And thank God it was not like that, the cancer had not spread to his bones. "
Paloma said that last week, doctors raised the level of chemotherapies from low to intermediate. "They increased his chemotherapy to a more intense one."
Paloma and Jonny transport the little boy 3 times a week to St. Jude Children's Hospital in Omaha.
The child stays in the hospital once a month, because they have to undergo three different types of chemotherapies and one of them has more severe effects than the others he receives weekly, “the child has to be under observation for more than ten hours. "
“Right now my son has lost his hair, but even so with chemotherapies my boy is very active and smiling. He loves to play with his brother. "
According to what the doctors have told Paloma and Jonny, the little boy is going to undergo chemotherapy and radiation treatments for a year. “Right now we are in the fifth week of chemotherapy. The doctors have told us to start the radiation in the thirteenth week of treatment.
Doctors have given the young parents hope. “They have told us that they hope that the cancer will disappear from our son's little body, but they have also told us that with this disease the results are never known one hundred percent.
When I asked Paloma how she and her husband are feeling, she said “It's stressful… hard… but we are trying to take the situation; day to day. We are trying to be positive and above all, we try not to convey our emotions to our little Jude and Jeriah.
It is worth mentioning that Jeriah is three years old and that Paloma and Jonny are expecting a new baby. The family resides in Denison.