Comunicado de los Obispos de Iowa sobre las suspensiones de las misas dominicales
/Querido pueblo:
Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, los católicos en Iowa han sido obligados por las autoridades civiles, científicas y eclesiásticas a sacrificar la oportunidad de recibir los sacramentos y acudir a los servicios de adoraciones en general.
Con la suspensión de las restricciones en contra de ciertas reuniones públicas, incluidas las reuniones religiosas, por parte del gobernador Kim Reynolds, nuestros feligreses se renuevan con la esperanza de que puedan regresar a la iglesia de manera segura y reanudar alguna forma de vida parroquial regular. Sin embargo, la propagación de la enfermedad COVID-19 sigue siendo un peligro real y actual. En particular, la salud y la supervivencia de los ancianos y otras poblaciones vulnerables sigue siendo una gran preocupación. ya que Muchos feligreses y sacerdotes se encuentran dentro de estos grupos.
A la expectativa de la situación actual, que los casos positivos de COVID-19 alcanzarán su punto máximo en Iowa en las próximas semanas, hemos decidido que sería prudente por el momento seguir acatando las restricciones litúrgicas que tenemos vigentes, incluida la suspensión de misas públicas.
Sin una vacuna efectiva o pruebas generalizadas e información confiable que justifiquen un cambio en el curso, simplemente no nos encontramos en una posición donde podamos reanudar nuestras prácticas de oración al cual estamos acostumbrados.
La suspensión del compromiso de la misa dominical sigue vigente en todo el estado, se les pide a todas las personas vulnerables, enfermos y aquellos que han estado expuestos al virus que atiendan su propio bienestar con el apoyo de quienes los cuidan. Pedimos al personal de la parroquia, escuela y la diócesis que continúen ministrando a los feligreses, y los feligreses entre si en distintas maneras de reunirse en grupos durante este momento difícil de la pandemia. Recomendamos encarecidamente a los feligreses que visiten nuestros sitios web y redes sociales de las parroquias y escuelas para mantenerse en contacto mientras esperamos reunirnos nuevamente en persona.
Continuaremos monitoreando de cerca de la situación estatal y regional respectivamente durante las semanas de mayo y más allá. Cuando llegue el momento en que podamos reunirnos en un mayor número mientras tango cumpliremos con el distanciamiento social, las prácticas de higiene y seguridad al igual que otras precauciones sin poner en riesgo las Misas públicas y otras celebraciones sacramentales que podrán reanudarse.
Estos días no son fáciles. Entendemos que muchos de ustedes están frustrados con esta situación; nosotros también lo estamos. Deseamos celebrar la misa con nuestra feligresía y volver a la "normalidad". Sin embargo, tomamos la reflexión de Pablo: "gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración"(Romanos 12:12). Consuélese sabiendo que Jesús está con nosotros y con ustedes, nuestros feligreses.
Tus hermanos en Cristo
Reverendísimo Michael Jackels
Arzobispo de Dubuque
Reverendísimo R. Walker Nickless
Obispo de la ciudad de Sioux
Reverendísimo Thomas Zinkula
Obispo de Davenport
Reverendísimo William Joensen
Obispo de Des Moines
Translation
Our Dear People:
Since the arrival of the coronavirus pandemic, Catholics in Iowa have been obliged by civil, scientific, and church authorities to sacrifice the opportunity to receive sacraments and worship in common.
With the lifting of restrictions against certain public gatherings, including religious assemblies, by Governor Kim Reynolds, members of the faithful are understandably renewed in their hope that they might safely return to church and resume some form of regular parish life. Yet the spread of the COVID-19 disease remains a real and present danger. In particular, the health and survival of the elderly and other vulnerable populations is still a grave concern. Many parishioners and priests fall within these groups.
In light of the expectation that positive cases of COVID-19 will peak in Iowa in the next few weeks, we have decided it would be most prudent for now to continue to follow the liturgical restrictions we have in place, including the suspension of public Masses. Without an effective vaccine or widespread testing and contact data that justifies a change in course, we simply are not at a place where we can resume our previous prayer practices.
The suspension of the Sunday Mass obligation remains in effect statewide, and all vulnerable persons, the sick, and those may who have been exposed to the virus are asked to look after their own welfare with the support of those who care for them. We ask parish, school and diocesan staff to continue to minister to the faithful, and the faithful to each other, in ways other than meeting in groups during this difficult time of the pandemic. We strongly encourage parishioners to visit the website and social media outlets of the parishes and schools to stay in touch as we look forward to gathering in person.
We will continue to closely monitor the statewide and respective regional situations through the weeks of May and beyond. When the time comes that we can gather in greater numbers while observing social distance, safe hygienic practices and other precautions without placing one another at serious risk, public Masses and other sacramental celebrations will be allowed to resume.
These days are not easy. We understand that many of you are frustrated with this situation; so are we. We want to celebrate Mass with our parishioners and get back to “normal.” However, we take the advice of Paul: “Rejoice in hope, endure in affliction, persevere in prayer” (Romans 12:12). Take comfort in knowing that Jesus is with us and with you, our faithful.
Your Brothers in Christ,
Most Rev. Michael Jackels
Archbishop of Dubuque
Most Rev. R. Walker Nickless
Bishop of Sioux City
Most Rev. Thomas Zinkula
Bishop of Davenport
Most Rev. William Joensen
Bishop of Des Moines